martes, 26 mayo 2009 Mundo Negro Digital
Más de 45.000 niños mueren cada año de malnutrición en Camerún. Lo ha denunciado en estos días Unicef, la agencia de las Naciones Unidas que se ocupa de la infancia. En su informe dedicado a los países africanos, la organización habla de “emergencia silenciosa”, ya que Camerún se presenta como una nación relativamente estable en África subsahariana que pasa desapercibida por la crisis de refugiados en otras zonas de la región. Sin embargo, son miles los niños que, principalmente en el norte y en el este del país, sufren gravemente de malnutrición
Según los datos dados a conocer en estos días, al norte de Camerún la malnutrición aguda global (MAG), que supone un déficit de peso en relación a la altura, afecta al 12,6 por ciento, es decir a 115.000 niños menores de cinco años.
El 40 por ciento de los niños (350.000) sufren de malnutrición crónica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica una MAG entre el 10 por ciento y el 14,9 por ciento como grave. A partir del 15 por ciento se trata de una emergencia.
Unicef afirma que se han programado nuevas investigaciones sobre la alimentación y la salud en Camerún para finales de este año.
La población de las regiones afectadas es de casi 4,9 millones, más que toda la población de Liberia y de Mauritania. Las causas de la malnutrición en Camerún, según Naciones Unidas, son muchas y de distinto tipo, como la de muchos países del Sahel: falta de atención médica básica, inseguridad alimentaria, acceso mínimo a los servicios para la subsistencia de los niños y poco conocimiento sobre la nutrición infantil. A esto hay que sumarle el aislamiento de dichas zonas.
Las difíciles condiciones de vida al este y al norte de Camerún se ven agravadas por el flujo de refugiados de la República Centroafricana y de Chad. La disponibilidad de ofrecer hospitalidad a los refugiados es un punto que hay que reconocerle a Camerún, subraya la ONU, un tema que fue mencionado también por Benedicto XVI en su reciente viaje al país africano.
El Gobierno está trabajando para afrontar la emergencia alimentaria junto con las agencias de la ONU y otras ONGs.
Unicef ha puesto también en evidencia que una amplia franja de la población de Camerún no tiene acceso a atención médica básica, a agua potable y a una educación mínima. Sin embargo subraya los esfuerzos que están realizando las autoridades del Gobierno para remediar esta situación.
En un contexto tan complicado, y en muchos sentidos ejemplar para tantas realidades africanas, el Papa realizó su reciente viaje pastoral, en marzo de este año, precisamente a Camerún.
Benedicto XVI habló de los problemas de todo un continente, llamando la atención de la opinión pública mundial, con la fuerza de su autoridad moral. Benedicto XVI en Yaundé habló de Camerún y del continente africano en conjunto. “Aquí en África como en tantas partes del mundo, un sinfín de hombres y mujeres anhelan oír una palabra de esperanza y consuelo. Los conflictos locales dejan a millares sin hogar e indigentes, huérfanos y viudas. En un Continente que en al pasado ha visto tantos de los suyos raptados cruelmente y llevados a ultramar a trabajar como esclavos, el tráfico de seres humanos, especialmente de mujeres y niños indefensos, se ha convertido en una forma moderna de esclavitud”, afirmó el Pontífice.
“ En tiempo de escasez global de alimentos, de desbarajuste financiero, de modelos alterados del cambio climático, África sufre en mayor proporción. Cada vez más habitantes terminan siendo víctimas del hambre, de la pobreza y la enfermedad. Ellos imploran a gran voz reconciliación, justicia y paz, y esto es lo que la Iglesia les ofrece”.
dijous, 4 de juny del 2009
Emergencia en Camerún con más de 100.000 niños que sufren malnutrición aguda
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