EXPERIENCIA DE AGERMANAMENT EN EL FORO SOCIAL MUNDIAL DE NAIROBI – KENIA 20-25 DE ENERO 2007

Agermanament asistió por la segunda vez a este espacio mundial que agrupa a la gente que siente desde su interior más profundo la necesidad y la oportunidad de construir juntos “otro mundo posible”. Desde nuestras oficinas de Barcelona fue Emilie Depoilly, la narradora, que tuvo el placer de juntarse con Emilie Ndoung de Asafro Camerún para vivir juntas esta experiencia fuera de lo común.


¿Qué es un Foro Social Mundial?

Un Foro Social es un espacio de debate democrático de ideas, de profundización de la reflexión, de formulación de proposiciones, de intercambios de experiencias y de articulación de los movimientos sociales, de las redes, ONGs y otras organizaciones de la sociedad civil que se oponen al neoliberalismo y a la dominación del mundo por la fuerza del capital y del imperialismo.

Desde el primer Foro Social brasileño en 2001 ha habido un proceso mundial de búsqueda y de construcción de alternativas a las políticas neoliberales.

Un Foro Social también se caracteriza por su pluralidad y su diversidad. No es confesional ni gubernamental ni partisano. Se propone facilitar la articulación de asociaciones y de movimientos comprometidos, tanto a nivel local como internacional, en acciones concretas para la construcción de otro tipo de sociedad. Un Foro Social no es una asociación o una organización, tampoco es un mero taller de reflexión. Es una dinámica comprometida que busca proponer alternativas que exigen la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones.


Foro Social Mundial de Nairobi 2007

Esta última edición responde a los criterios previamente enunciados, en cuanto a la creación de un espacio de encuentro y de debate. El hecho de celebrarlo por primera vez íntegramente en África atrajo a numerosa población africana de todo el continente. También fue muy comprometida la participación hindúe, brasileña y europea entre muchas otras.

En las conferencias y debates, se privilegiaron los temas de deuda externa como herencia ilegítima de los dictadores africanos, así como el problema del acceso al agua potable, de su privatización en aumento constante y de sus escasas redes de distribución en los PVD. También se destacó una atención particular en las ventajas del comercio justo para los pequeños productores africanos, dado que es un tema ampliamente desconocido en África.
Sin embargo, a diferencia de otros foros, hubo un gran interés por el tema de género. Se insistió en el papel de la mujer en los procesos de desarrollo local y regional, vinieron portavoces de grupos humanitarios que trabajan junto a estas mujeres en zonas de conflicto como Somalia, Darfur y Sudán.
Hubo un enérgico reclamo de mayor protección de la comunidad internacional para las mujeres y los niños que viven en zonas de conflicto y que padecen violaciones y otras formas de violencia asociadas con la guerra. En cuanto al acceso a la tierra, hubo un reclamo de legislación para promover el acceso de las mujeres, especialmente en culturas que no les permiten poseer tierras ni otros bienes.

Se acentuó además la gran necesidad de alfabetización, muchas veces bajo los términos de “educación para todos”. La participación del Instituto brasileño Paulo Freire abrió aun más el camino de la educación popular como vía de cambio y de desarrollo. Vinieron acompañados de la empresa petrolífera brasileña “Petrobras”, cuyos compromisos y experiencias en educación popular para sus empleados han obtenido resultados muy esperanzadores. También estuvieron unos grupos europeos dedicados a la promoción de una nueva educación posible en los países occidentales; que, a través de métodos creativos, participativos e integradores, demuestran la importancia de enseñar de manera cualitativa cambiando los enfoques educativos actuales obsoletos.

Al mismo tiempo, participaron numerosos grupos difundiendo su mensaje religioso, vinculado con cuestiones cruciales que van desde el buen gobierno hasta los temas de construcción de la paz, de pobreza y del sida. Es una cuestión espinosa, incluso en África, donde el evangelismo prospera a grandes pasos. La mayoría de los grupos religiosos están haciendo un buen trabajo social en los PVD, pero según mi opinión, preocupa que también quieran aprovechar este espacio para vender su mensaje religioso.Se echaron de menos los debates y conferencias sobre el tema del cambio climático. A pesar de ser un tema recurrente muy “de moda” en occidente, no hemos de olvidar que los países en vía de desarrollo siguen y seguirán siendo los más afectados por las consecuencias que esto supone. También entiendo que es difícil salir de los discursos alarmistas tradicionales para entrar en el terreno de los compromisos y actitudes concretas que permitirían limitar sus consecuencias próximas.

Otro aspecto que se puede destacar, y que según mi opinión es fundamental, es la ausencia de participación del mundo empresarial. Parece ser que al crear un espacio alter-mundialista estamos cerrando las puertas y rechazando totalmente al propio modelo que nos rige y sus componentes económicos. No creo que sea favorable descartar siempre el diálogo con las empresas, y especialmente las multinacionales. Una cosa es desear y luchar para “Otro Mundo Posible”, otra es fomentar el debate y la involucración con los actores que supuestamente van en contra de nuestras actuaciones en los Foros Sociales. Podemos seguir con estos debates en pequeñas salas, pero de esta forma, los debates seguirán sin salir a penas de sus puertas.
Un ejemplo concreto que puede parecer contradictorio, casi al mismo momento que el FSM de Nairobi, tuvo lugar el Foro Económico Mundial (FEM) en el centro turístico de Davos, en Suiza. Una elite de 2.400 asistentes se reúne en un ambiente rígido y controlado, entre ellos 24 jefes de Estado y de gobierno y 800 directores generales o presidentes de las 1.000 mayores empresas del mundo. Es inútil especificar cuál de los dos Foros habrá tenido más repercusión mediática y mundial. Lo que si se podría fomentar es la comunicación con empresas dispuestas a tener otra mirada posible en su manera de actuar aun que sea una minoría.


En conclusión, el FSM es vital, debe seguir adelante y hacerse más grande. Es urgente e imprescindible crear agendas de compromisos entre los actores que participan en los foros. De momento se sigue terminando cada Foro sin haber tomado medidas concretas para las ediciones futuras.
Se debe cuidar la calidad de la traducción e interpretación de las conferencias para facilitar el acceso de la información a la mayoría de la gente posible, y no solamente a los anglófonos como fue el caso en Nairobi. Se ha de fomentar aun más la participación de la sociedad civil del país acogedor, un evento como un FSM debería previamente presentarse a la población local en cuanto a su contenido y sus pretensiones para que puedan disfrutar plenamente de este evento.
De todos modos, un Foro Social Mundial seguirá siendo un espacio de mezcla cultural y de buena voluntad muy emocionante y fascinante cuando se mira con ojos de observador; su próxima edición se hará seguramente en 2009 y todavía no se ha determinado su lugar.